lunes, 4 de mayo de 2015

No quiero enamorarme.



Dije que ya no le escribiría, y aquí estoy. Trato de no mirar sus fotos, pero demonios; no se puede. Tratar de no pensarle es lo mismo que tratar de no dormirme en clase de química; de cualquier forma lo voy a hacer. No quererlo es como no querer pensar en que posiblemente este sea una absurda ilusión más; una como cualquier otra. Pero para mi es algo más. Y eso que le he prohibido a mi mente un montón de palabras que me recuerden a él. He tratado de no hablarle, de ser fuerte; pero no puedo. No puedo ser fuerte con él. Me siento como una tonta e ilusa joven que se siente enamorada. Pero que no lo está, corrijo; no lo está. Y eso que dicen que el primer síntoma de enamoramiento es la negación. Pero no niego algo que aún no existe, o al menos no quiero que exista ahora. No quiero enamorarme. Sería algo estúpido enamorarme de una persona que no tiene la mínima intención en mí. Entonces me doy cuenta que aquí estoy; escribiéndole palabras que salen del corazón. Palabras que prometí ya no le escribiría. Pero sigo aquí por algún motivo. Porque solo escribiendo saco todo este dolor.