sábado, 25 de abril de 2015

Me duele, pero me gusta.

Acabo de hacerlo, sí. Acabo de decirle que tengo la necesidad de verlo. Supongo que ahora cree que soy una chica sumamente rara. Vamos, ¿Que otra cosa podría pensar? Espero que esto no haya echo que comience a considerar el alejarse de mí. Por que eso no será bueno, no para mí. Ahora se me aselara el corazón por una serie de razones que ni yo misma puedo explicar. Es la sensación exacta como aquel momento cuando lo vi. No se si lo que estoy haciendo es idealizando mucho la situación o es que en verdad me estoy volviendo loca. Para mi desgracia es lo último. Por que no me imagino nada más. No me imaginado momentos como algo más. Solo sé que me gusta y me gusta demasiado. Y que duele, duele mucho. Pero me gusta el dolor o al menos de eso me estoy dando cuenta últimamente. Me gusta alguien a quien no le intereso una mierda, pero me gusta ese sentimiento de sentirme tonta e ingenua al mismo tiempo. Me gusta. 

¿Karma ó Boomerang?

¿Saben como funciona un boomerang? Después de ser lanzado regresa a su punto de origen. Así es el amor, si se va, déjalo.  Debemos comprender que no siempre estaremos en la sima y que en algún momento debemos de bajar. Aunque eso no significa que debamos dejar que la tristeza nos invada. Debemos de aprender a que algún día el amor volverá sin sentido alguno. Sabremos ahí que lo que hicimos estuvo bien porque por algún motivo habrá regresado. Solo hay que ser pacientes y esperar. Estoy segura que si hacemos actos buenos, eso se regresará exactamente como la función de un boomerang. Se le podría llamar karma cuando hemos echo actos malos que hayan herido a otras personas. Nos dolerá todo lo que le hayamos echo y lo recordaremos constantemente. Por eso nosotros elegimos ¿Karma ó Boomerang?


De ilusiones vivo.

Supongo que todos sabemos que cuando nos ilusionamos de alguien no lo podemos controlar. Que es un sentimiento que aunque tratemos de dejarlo, no podemos hacerlo. Y así me siento yo. Siento que mi vida de lo único que se aferra es de mis ilusiones de otra vida más feliz. Soy feliz, la vida me ha enseñado a serlo a pesar de todas las malas y buenas experiencias. No puedo quejarme de la familia, los amigos, las personas especiales que tengo en este momento.  Pero siempre hay un espacio especial que otra ilusión va a tomar como su lugar. La ilusión de la persona de la que me siento atraída. Con la que sé que intentaré dar lo mejor de mi misma. Me siento con unas enormes ganas de gritar lo que siento. De decirle al mundo entero de que quiero conocerlo. Que quiero conocer sus cosas buenas y malas. Que quiero estar en sus momento buenos y en los que no también. Ser su ayuda y estar ahí en cualquier momento.  Es pronto para llamarlo amor. Ni siquiera puede acercarse a eso. No puedo amar a una persona que no conozco lo suficiente. Pero de algo estoy segura, algo que mi corazón dice y no puedo dejar pasar.Que quiero conocer todo lo que no dice, lo que solo le puede decir a alguna persona especial. Yo quiero ser esa persona especial. Y mientras solo sea una ilusión, trataré de convertirla en un buen hecho. Tendré la esperanza de que él pueda llegar a sentir lo mismo. Y en un futuro hacerle feliz. 

Todavía espero el momento.

Ansío el momento de mirarle a los ojos. Escuchar el sonido de su voz. Darme cuenta de la forma en que camina. Platicarle bajo la sombra  de un árbol lo bien que se veía aquella vez que le vi. Lo primero que sentí cuando bajé del auto y él estaba ahí, con un plato de comida. El momento aún se me hace gracioso. Decirle que repito ese momento todas las noches seguidas luego de apagar la luz, cerrar los ojos y suspirar. Platicarle que he soñado con ese momento y que se me hace más doloroso hablarle después de lo que me dijo. Pero que me encuentro feliz cuando me habla y miro por el móvil que ha llegado un mensaje suyo. Que me agrada platicarle de cualquier cosa aunque eso sea lo más tonto del mundo.  

¿Y si le escribo?




21 de abril de 2015.


¿Y si lo hago hoy? ¿Y si me dice que no le gusto? ¿Y si me deja de hablar, o se ríe de mí? ¿Si le parezco tonta? ¿Si se enoja? Y muchas más preguntas que me hago. Necesito decirle que ya no puedo más con esta sensación tan cruel. No hay nada más espantoso que tener que ocultar algo que no puede ser ocultado. ¿Y si le escribo? Si hago lo que más me gusta hacer pensando en él, quizá salgo algo bueno. No he dejado de pensarle; le pienso hasta al tomar el té. Le pienso en camino a la escuela y de regreso. Le pienso en las clases, en la hora de descanso. Cuando lloro, cuando río, cunado tengo miedo. Le pienso tanto que a veces no me doy cuenta que ya le estoy pensando. El miedo me invade ¿Qué tal si le gusta alguien más? Tengo miedo. Solo quisiera esa oportunidad de conocerle y que me conociese. ¡Porque Dios! Es tan lindo.

No estoy enamorada.

Dicen que el amor a primera vista no existe. Yo creo exactamente lo mismo. Eso me hace pensar que en realidad no debería estar escribiendo tantas cosas sobre él. Pero todo es tan confuso. ¿Por que me dolió cuando me dijo que le gustaba otra? Por que las lagrimas, la tristeza, la decepción de mí misma. Ahora lo sé, solo es un buen gusto. No dependeré de él ni de nadie; no pienso hacerlo. Mientras tanto, estaré escribiendo las razones por las que me gusta. Aunque aún no lo conozco del todo, no sé porque una parte de mi corazón lo mira como si fuese diferente a todos los demás. Y eso está despertando una serie de sentimientos en mí. Que no son amor, de eso estoy completamente segura. No estoy enamorada, por que el amor a primera vista no existe. Estoy jugando con mis sentimientos dejándolos salir por medio de todas estás palabras. Y sé que me estoy arriesgando a muchas cosas. Que tal vez solo me esté ilusionan de cosas que nunca van a ocurrir. Quizá terminaré mal, o quizá bien. Nadie sabe lo que puede pasar. Solo sé que aún no estoy enamorada.