No te confundas, yo no soy una mujer perfecta, eso sería una vulgaridad. La perfección consiste en acercarse a un modelo ideal y yo no tengo patrón, yo he venido a romper moldes. No soy perfecta, lo que soy es extraordinaria; irrepetible y maravillosa, si quieres. Y lo que pretendo es que me ames por cada una de mis imperfecciones, porque son ellas las que hacen de mí esta mujer inolvidable.
"Una mujer inolvidable", de Irela Perea.