Un mundo diferente.

Recordando alguna de las telenovelas que algún día miré, me di cuenta en como se empeñan en crear una idea del amor que en realidad no existe. Nos hacen pensar que el amor es color que rosa y que fácil podemos encontrarlo. O que una persona de alta posición económica no se puede fijar en una de baja posición. Y que las mujeres se la pasan llorando todo el tiempo, que el drama, el llanto, la ansiedad vive en ellas. Nos presentan situaciones cada vez mas irreales y estúpidas como algo normal y cotidiano pero que nada tienen que ver con nuestra realidad. Y nos hacen pensar que los problemas acaban fácilmente, de la nada. Nos enseñan a pensar que las personas más bellas son las que pueden encontrar el amor o que simplemente son las únicas personas que pueden triunfar. Nos dan la tonta idea de que la infidelidad es el mejor camino para ser feliz. Nos enseñan a desconfiar, discutir, violentarnos. Que gritándole a tu familia puedes arreglar las cosas. Yo no quiero vivir en un mundo de ilusiones. No necesito un amor de telenovela. No necesito que alguien me de una idea falsa de como debe o no ser mi vida. Por que lo único que nos enseñan es eso.  Que voy a encontrar a un hombre rico con el cual me case, tenga hijos y la familia perfecta ¡Mentira! El novio perfecto el cual después me va a dejar y voy a llorar, llorar y llorar amargamente; eso no va a pasar.  No creo que haya mujeres reales que se la pasen llorando toda la vida ¿Hasta que punto ha llegado esta sociedad? ¿De verdad buscamos eso? Y no digo que no esté mal, pero las cosas no son como lo pitan. La "seguridad" que nos hacen ver y esa chica secuestrada que regresa mágicamente con su familia es una completa farsa. Hoy en día la mayoría de las personas secuestradas ya no vuelven a ver el sol. No quiero eso. Quiero un mundo con realidades, con optimismo. Quiero un mundo en donde a las mujeres no se les vea como las lloronas de la historia. Donde no nos enseñen a maltratar, juzgar o a ser infieles. Donde no nos muestren que el hombre es superior a la mujer o viceversa. Quiero un mundo diferente.